Flores ornamentales fáciles de mantener: El Pensamiento

¿Qué es una flor de pensamiento?

El pensamiento, viola o trinitaria, es un híbrido de la Viola tricolor silvestre. Por su variedad de colores, resistencia a las bajas temperaturas y facilidad de cuidados, es una de las flores ornamentales más cultivadas.

Los pensamientos son plantas bianuales o semiperennes. La planta florece en los fases: la primera floración se produce entre noviembre y diciembre, y la segunda en la primavera siguiente.

Las flores alcanzan alturas entre 15 y 30 cm. Sus pétalos, de apariencia aterciopelada, adoptan tonos bicolores con una gama desde el dorado, hasta los azules, pasando por el rojo, amarillo y violeta.

Existen más de 250 variedades de pensamientos disponibles en el mercado. Provienen de múltiples selecciones y cruces de especies silvestres originarias del hemisferio norte. En general, derivan de hibridaciones entre Viola x wittrockiana y Viola tricolor hortensis (pensamiento salvaje). Otras variedades son híbridos de especies, como la Viola cornuta, Viola gracilis y Viola lutea.

Los pensamientos suele cultivarse junto al aliso (Lobularia marítima) por la combinación de colores entre ambas especies, pues florecen a la vez.

Consejos para cultivar pensamientos

El pensamiento destaca por su capacidad de crecer y adaptarse a diferentes hábitats: desde montañas, a llanuras. Los pensamientos resisten las heladas y el sol directo en primavera.

Los pensamientos se cultivan con facilidad en macetas y en maceta, rocallas o taludes, bancales. La mejor época de plantación es el otoño.

Es recomendable que el sustrato donde crece la planta permanezca siempre húmedo. Basta con un riego semanal sin mojar las hojas ni las flores, como prevención de hongos o putrefacción de las raíces.

El pensamiento necesita suelo permeable, fértil y húmedo con buen drenaje, debido a que no tolera el agua estancada.

Las flores deben estar separadas 20-25 cm, y el agujero que alberga la planta debe tener el doble del volumen de la maceta. Los pensamientos se desarrollan mejor en semisombra y resultan idóneas para su plantación bajo plantas arbustivas, porque sirven de cobertura natural e inhiben el desarrollo de malas hierbas.

El clima preferido por la planta es templado, tendente al frío. El pensamiento puede florecer en invierno si se protege de temperaturas extremas. Las violetas también toleran entornos soleados, y también requieren protección del sol directo de verano, ya que las flores podrían sufrir.

La fertilización debe realizarse cada dos semanas, en dosis muy bajas, preferiblemente con un producto específico para flores.

Los pensamientos son plantas robustas, pero no están exentas de plagas y enfermedades, como pulgones, diplópodos, caracoles, moscas blancas y mohos, como el oídio.

Para eliminar los insectos, suele bastar un insecticida sencillo. Para los mohos, suele resultar más barato que los fungicidas reemplazar las plantas afectadas.

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