Cuidados de la orquídea Phalaenopsis – Viveros Cambil

Cuidados de la orquídea Phalaenopsis

La Phalaenopsis, u orquídea mariposa es una de las variedades más populares para regalar. Tan bella y exótica, como vigorosa, la fortaleza de la orquídea radica en su facilidad de mantenimiento y de cultivo. La Phalaenopsis con un cuidado óptimo logra florecer dos veces al año, incluso durante el período invernal.

La Phalaenopsis es una orquídea nativa de regiones de India, Indonesia, Australia y Filipinas. Alcanza una altura máxima de unos 50 centímetros. Como todas las epífitas, las Phalaenopsis prosperan sobre otras plantas y viven sobre ramas de árboles, de los que obtiene agua y nutrientes.

Las raíces son muy ramificadas, grandes y al aire, y se vuelven plateadas cuando la planta necesita riego.

Condiciones ideales de cultivo.

Para asegurar el desarrollo vegetativo y floraciones abundantes, interesa reproducir un ambiente similar al de origen: las selvas tropicales de Asia, el Océano Pacífico y la India.

Las orquídeas necesitan luz intensa e indirecta, temperatura calurosa y alta humedad del aire. Las condiciones resultan sencillas de reproducir en viviendas con habitaciones luminosas y con calefacción.

La Phalaenopsis prolifera en temperaturas entre 16 °C y de 32 °C. Un ambiente idóneo son las habitaciones con ventanas orientadas al sur o al este, iluminadas la mayor parte del día. Si los brotes tienden a caer, significa que la orquídea necesita más luz.

Debe evitarse la luz directa del en verano: concentrada por el vidrio de una ventana, llega a producir quemaduras solares en la planta.

A partir de mayo se recomienda proteger la planta del sol directo mediante cortinas de colores claros. Si tienes jardín o terraza, puedes sacar las macetas al exterior bajo árboles de hoja caduca, o a la sombra de pérgolas.

A partir de octubre, en las regiones del norte, ya puedes exponer la Phalaenopsis al sol, porque su luz carece de intensidad, como para causar daños.

Humedad ambiental para la Phalaenopsis

La Phalaenopsis ama la humedad y se puede ubicar en un invernadero, o en las habitaciones húmedas de la casa, como el baño o la cocina. La variedad de orquídea Phalaenopsis es epífita y necesita mucha humedad ambiental, que debe aumentar al ritmo del incremento de las temperaturas.

En condiciones normales (de 20 a 25 °C) la humedad mínima debe estar alrededor del 60%. En verano, resulta dañino el calor excesivo, por encima de 30 ° C: causa retraso en el crecimiento, deshidratación y la aparición de parásitos, como la araña roja.

El exceso de calor se remedia aumentando la humedad alrededor de la planta, con vaporización de agua sobre las hojas y del suelo circundante.

Las Phalaenopsis son sensibles a las bajas temperaturas. Los daños se presentan cuando las temperaturas ambientales caen por debajo de 10 °C, en especial cuando se producen cambios pronunciados de temperatura, o corrientes de aire.

Los radiadores de casa resecan el ambiente y debes usar humidificadores o colocar platos con agua cerca de la planta. Si sacas las orquídeas al exterior, moja el piso varias veces al día o, lo ideal, ubica la maceta sobre el césped.

Riego de la orquídea

Las orquídeas se riegan por observación del color de las raíces. El momento del riego llega cuando adoptan color blanco-plateado. Por tal razón, las macetas de orquídeas suelen ser transparentes o translucidas, para apreciar mejor el tono de las raíces. Las macetas de plástico pueden introducirse dentro de macetas ornamentales más grandes.

La orquídea se riega mediante inmersión. Coloca el agua dentro de un recipiente y sumerge la maceta durante unos 15 minutos. Luego retírala y deja que drene el líquido. Las macetas para orquídeas tienen agujeros para facilitar la salida del exceso de agua.

Si puedes, utiliza solo agua desmineralizada con baja acidez, o de lluvia. Las raíces de la orquídea son sensibles a la presencia de calcio y sodio.

Sustrato y fertilización de la Phalaenopsis

La Phalaenopsis necesita tierra lo más neutra e inerte posible Es conveniente comprar un sustrato específico para orquídeas. Como el sustrato está libre de nutrientes, el uso de fertilizantes sirve para garantizar el bienestar de la planta y las futuras floraciones.

De marzo a octubre, al menos dos veces al mes, mezcla el agua de riego con un fertilizante específico para orquídeas. Escoge una formulación en la que prevalezca el nitrógeno, porque estimula el crecimiento vegetativo.

A partir de noviembre, utiliza un fertilizante que aporta mayor suministro de fósforo y potasio para alentar la aparición de nuevos tallos de flores.

Deja un comentario